Cuánto dura el Embarazo de un Perro, Gestación y Parto

Si tienes a una perra como mascota y deseas que tenga cachorros, seguramente te interesara saber ¿Cuánto Dura el Embarazo de un Perro?. El embarazo en perras puede llegar a ocurrir cuando se encuentran en temporada de celo, período en el que están fértiles. Aún así la decisión de embarazarlas debe ser responsable ya que el abandono y descuido canino son los principales motivos por los que hay tantos perros en la calle.

Cuanto dura el embarazo de un perro

¿Cuánto dura el Embarazo de un Perro?

Cuando nos percatamos de que nuestra perra se encuentra embarazada, además de interrogarnos acerca de las atenciones básicas que va a requerir a lo largo de dicho lapso, es natural que nos surjan inquietudes sobre la duración de dicho proceso. A continuación vamos a detallar cada una de esas situaciones para que, como cuidadores, ayudemos a que su gestación, parto y postparto evolucione sin mayores inconvenientes para nuestra perrita. Asimismo reseñaremos cómo debe ser acompañamiento veterinario a lo largo de este curso.

El tiempo que toma  la gestación canina es similar para todas las razas, por lo que es de importancia tener presente que no es relevante si es una perra Golden Retriever, una Chihuahua, una Yorkshire o una perrita mestiza. Aclarado esto, vamos a compartirte el desarrollo de cada una de las fases del proceso de embarazo canino.

Síntomas de una Perra Embarazada

¿Cómo es el embarazo de una perra?. Si a lo largo de la etapa de celo ha tenido lugar la monta (cópula sexual) es posible que haya ocurrido la fecundación. A partir de ese momento, en el organismo de la perra comienzan a producirse cambios con el propósito de garantizar la implantación y posterior desarrollo de los embriones. Aparte del leve aumento de peso, todas estas alteraciones no serán percibidas por nosotros hasta que el proceso se encuentre en una fase más avanzada. Ciertas perras muestran náuseas hacia la tercera semana de embarazo, vomitarán eventualmente y presentaran signos de inapetencia por algunos días.

Superado el primer mes de gestación canina, los pezones se ennegrecen e incrementan de tamaño, al igual que el abdomen, lo que será relativamente notorio de acuerdo a la contextura de la perrita. Pueden brotar, igualmente, secreciones de las mamas, en la medida que crecen de tamaño. Al aproximarse la fecha del parto nos podremos percatar de que la perra comienza a buscar un sitio donde «anidar» (procurar un espacio seguro para el parto), deja

Hay casos en los que las perras despiden una excreción a través de las mamas semejante a la leche materna pero no manifiestan otros síntomas de embarazo. De forma general, estas señales se asocian a un embarazo psicológico. Una perra puede experimentar en muchas ocasiones embarazos psicológicos los cuales pueden resultarles, a la larga, muy negativos. Por ello guarda cierta importancia considerar la opción de esterilizarla.

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Duración del Proceso de Gestación

El proceso de gestación en las perras usualmente dura cerca de dos meses, con un promedio de 63 días, que puede variar de 56 y 66. No es posible, por ende, proporcionar una cantidad exacta de días, pero al aproximarse el día 60 es cuando debemos estar prestos para el parto. Ciertas perras parirán antes, particularmente las que paren camadas cuantiosas, y a otras les tomará más tiempo sin que ello implique la presencia de patología alguna.

De todos modos, al transcurrir unos días más allá de la fecha estimada por el veterinario como posible para el parto, hemos de contactarle, más aún si percibimos algún comportamiento no usual en la perra o la expulsión de alguna excreción vulvar.

¿Cómo Saber su Tiempo de Embarazo?

Conocer desde cuándo se encuentra embarazada una perra no es muy fácil, ya que los síntomas que manifiesta la perra no son del todo evidentes, por lo que se debe acudir al veterinario para efectuar una ecografía y, tras dicho examen determinar una fecha aproximada de gestación.

Reconociendo los Signos de Embarazo

Tal y como hemos podido observar al repasar los signos de una perra embarazada, no todas exhiben señales de embarazo al inicio, por lo que no es tan sencillo precisar a qué altura del embarazo se halla. Otras evaluaciones que realizará el experto para precisar la duración del embarazo de la perra en base a la etapa de la gestación en la que se encuentre es mediante la palpación abdominal y un examen por ultrasonidos o radiografía.

Sin embargo, a modo de referencia, se puede decir que a mediados del embarazo, esto es, pasado el mes de gestación, la perrita comenzará a exhibir síntomas como un leve incremento del abdomen. Al pasar los días y el vientre se va engrosando, se podrán percibir los movimientos de los fetos por medio de la palpación.

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Las mamas usualmente no se agrandan hasta que el parto se encuentra próximo, por lo que este síntoma se manifestará al casi terminar la gestación. De esta manera, si la perra presenta el abdomen abultado pero las mamas aún no, se puede inferir que su embarazo se ubica entre las semanas 4 y 8 aproximadamente.

Test de Embarazo para Perros

Se hallan disponibles en el mercado test de embarazo para perritas muy semejantes a las pruebas para humanos, ya que es por medio de la orina que se determina el  resultado. Sin embargo, si lo que pretendes son comprobaciones caseras para saber si tu perra se encuentra embarazada has de saber que la única que se conoce es la de observar sus síntomas. Por ello, al tener la más la mínima suposición lo más apropiado es acudir al veterinario para que éste realice una ecografía.

Ahora que conoces el tiempo de duración de un embarazo canino y cómo precisar en qué momento de la gestación se sitúa, es trascendental revisar los cuidados esenciales que debemos brindarle con la finalidad de asegurar la mejor gestación y lograr que la venidera madre se encuentre en las más favorables condiciones.

Cuidados Básicos del Embarazo

Toda vez que se ha resuelto la duda acerca de la duración del embarazo de una perrita y para que todo el proceso de gestación sea un éxito, es relevante que tengamos presente algunos consejos básicos en lo referente a los cuidados de una perra embarazada, como los siguientes:

  • Se ha de reemplazar su régimen alimentario y cambiarlo por uno para cachorros y hembras gestantes, ya que en esta etapa las perras regularmente incrementan sus requerimientos nutricionales.
  • De no encontrarse la perra desparasitada se recomienda administrar algún medicamento para parásitos tanto internos como externos, pero siempre siguiendo la recomendado por el veterinario. De tal manera que, si te cuestionas si puedes desparasitar a una perra gestante, la respuesta es sí.
  • Previo a proporcionarles cualquier medicación hemos de asesorarnos con este profesional ya que ciertos fármacos podrían producir efectos secundarios no deseados, como abortos o deformaciones fetales.
  • De modo general, una vida sin estrés, con ejercicio apropiado para impedir el sobrepeso y un buen régimen alimentario conforman los fundamentos para una gestación sin complicaciones.
  • En las postreras semanas hemos de evitar actividades de cierta brusquedad.

Seguimiento Veterinario del Embarazo

No podemos prescindir de la asesoría y de los cuidados veterinarios, por lo que apenas descubramos o supongamos que la perra se encuentra embarazada hemos de recurrir a ellos. En la clínica veterinaria, además de tener respuestas para cada una de nuestras preguntas, el especialista realizará un examen general con el propósito de verificar que no exista ningún problema evidente. Si se requiere de alguna desparasitación determinará cuándo se debe administrar. Antes de cumplir su primer mes de gestación, mediante palpación, el veterinario experimentado podrá reconocer el embarazo.

Por otro lado, se puede igualmente solicitar una ecografía, mediante la cual, antes de la semana tres, se podrán observar a los cachorros. Esta información, que asimismo se puede obtener mediante una radiografía hacia el mes y medio, tiene basta importancia de cara a saber si el desarrollo fetal ha concluido o no, aunque pueda presentarse  algún error. Algo antes de la fecha posible del parto se recomienda otra visita con el profesional.

Así como el veterinario, nosotros igualmente, a esta altura, podremos evidenciar el movimiento de los cachorros al apenas apoyar nuestras manos sobre el abdomen de la perra. Es el mejor momento para que el experto nos conteste inquietudes acerca del parto y tomemos nota del número telefónico de urgencias veterinarias, en caso de una emergencia.

Estas visitas al profesional veterinario vendrían a ser las mínimas recomendadas. Podrán existir casos en los que el veterinario estime que se requiere un control más estricto, por ejemplo, si reconoce algún problema o en razas más diminutas o braquicefálicas. Estas perras pueden presentar dificultades a la hora del parto puesto que las cabezas de los cachorros, en oportunidades, son de mayor tamaño que su pelvis, lo que inclusive puede ser impedimento para un parto natural, requiriéndose de una cesárea.

Pueden existir muchas variaciones de acuerdo a la raza pero, de forma general, la perra alumbrará de unos 5 a 8 cachorros, pudiendo llegar a ser apenas  1 o 2 en las razas más diminutas y sobrepasando los 10 cachorros en las de mayor tamaño.

Parto de una Perra: Síntomas

Al llegar al término de su embarazo, la perra comenzará a manifestar los síntomas característicos de esta etapa y unas horas antes del alumbramiento padecerán una caída de su temperatura corporal. Por otro lado, se muestran intranquilas, nerviosas y excitadas, particularmente cuando dan inicio las contracciones. Adicionalmente, es usual que vayan en busca del nido que han estado acondicionando para el parto de sus pequeños y para su cuidado luego de nacer.

Si cuando comienza a ocurrir el parto presientes que algo va mal o que los cachorros demoran demasiado tiempo en nacer, solicita la presencia del veterinario lo más pronto posible para que corrobore que no ocurre nada anormal o para que intervenga en caso presentarse.

El Control de la Natalidad Canina

Ahora que conocemos la duración y los pormenores del embarazo de una perra, se puede estimar que cada madre podrá engendrar un par de camadas cada año. Hoy en día, existen más perros que los hogares dispuestos a ampararlos, de modo que, en una cifra sumamente elevada, terminan en el abandono, maltratados o quizás muertos.

Debido a ello y como parte de ser un propietario responsable hemos de evitar su reproducción. Se aconseja la esterilización tanto para impedir las camadas no deseadas como para beneficiar su salud, ya que una intervención quirúrgica para tal fin antes del primer celo podría librarlas del surgimiento de cáncer de mama en el futuro, infecciones uterinas y otros padecimientos.

Cinco Cuidados Básicos para la Etapa Post-Parto

Después de convertirse la perra en madre, requiere de algunas atenciones y seguimientos adicionales para ayudarla en su recuperación de las exigentes demandas que implica la maternidad. Una dieta especial, aseo, evaluación veterinaria y reposo son algunos de ellos

Duplicar o Triplicar la Ingesta Calórica

Al comparársele con otros animales en edad adulta, las hembras en proceso de gestación y lactación demandan un suministro nutricional mayor. Por ende, su dieta debe adecuarse a esta nueva condición fisiológica con el propósito de cubrir los nuevos requerimientos calóricos de la perra para cumplir con el aporte leche materna a los necesitados cachorros.

Las demandas nutricionales de los cachorros son incesantes, ya que, al recién nacer pueden requerir ser amamantados cada tres o cuatro horas a lo largo del día. Este desafío para el metabolismo de la madre es particularmente significativo en el caso de camadas cuantiosas.

A lo largo del postparto no será suficiente con su pienso usual de mantenimiento, que se quedará corto. El alimento en esta condición habrá de ser completo, abundante en nutrientes y esencialmente adaptado a los nuevos requerimientos energéticos, ya que las hembras requerirán el doble o el triple de calorías que en las condiciones ordinarias de sustento.

¿Cuándo Maman más los Cachorros?

El momento en el que tiene lugar una mayor lactación es a las tres o cuatro semanas luego del parto. Después de superada esa etapa, se da inicio al suministro de una dieta semisólida o sólida a la camada. De acuerdo a como los cachorros empiecen a consumirla, la producción láctea por parte de la hembra descenderá.

La Madre Necesita un Pienso de Alta Energía

La mejor opción vendría a ser un pienso formulado para elevada actividad o “elevada energía”, siendo el pienso para cachorros otra conveniente alternativa, ya que es muy apropiado para hembras en el último tercio del embarazo y a lo largo de la lactancia. Una comida baja en energía daría lugar a una exigua producción láctea y a una reducción significativa del peso de la perra.

La Perra Necesita Comer a Menudo Mientras Amamanta

A lo largo de la lactación, la hembra requiere alimentarse frecuentemente, de manera que se le pueden brindar modestas dosis en varias ocasiones al día, o dejarle el alimento a su disposición (ad libitum) para que coma cuando ella lo desee.

Necesita Hidratarse con Frecuencia

En conjunto con la alimentación específica, hay que procurar el consumo apropiado de agua. La madre debe disponer todo el tiempo de agua fresca, tanto para la reposición del líquido perdido a lo largo del parto como para garantizar la producción de leche.

La Paridera de los Cachorros y su Madre

Conviene que dediquemos algún tiempo a escoger el lugar apropiado para colocar el cajón de paridera o el “nido” de la madre mucho antes del parto. Se debe escoger un lugar apartado, confortable y donde no corra el aire, en el cual no se vean afectados por el ruido o luz excesivos y que no sea un espacio de mucho transito dentro de la casa.

La mayor parte de las perras toleran la presencia de su dueño cerca de los cachorros, pero pueden actuar muy nerviosas y protectoras si es todo el grupo familiar o amigos los que se aproximan mucho, queriendo visitar o tomar en brazos a los cachorros. Su respuesta dependerá mucho del temperamento y entorno de cada hembra.

Los Cachorros y su Madre Deben estar Tranquilos

Al inicio y hasta que toda la familia se adapte a esta situación, es conveniente que disfruten de cierta tranquilidad, pese a que no es apropiado ubicar la paridera completamente aislada del resto de la casa (en un garaje, en el jardín o en una cuarto sin comunicación alguna). Es provechoso que sigan constituyendo parte del núcleo familiar dentro de casa para que la socialización de los cachorros vaya teniendo lugar.

La Higiene de la Madre y de la Paridera

Toda vez llegados al mundo los cachorros, es de gran importancia asear apropiadamente el cajón de paridera de la perra. Se ha de desechar cualquier remanente de placenta u otro elemento biológico que no haya sido consumido por la madre, extraer el papel periódico, toallas, sábanas o frazadas sucias (todo lo que se haya puesto en la base) y sustituirlos por otros limpios.

El mantenimiento de una adecuada higiene del lugar donde se encuentran la madre y los cachorros es relevante para la prevención de infecciones. Por ello se aconseja asearlo a diario, con productos que no vayan a resultar tóxicos para ellos (no emplear lejía ni amoniaco, por ejemplo).

De ser posible, después del parto, limpiar con agua tibia la vulva de la perra, y dejarla bien seca. Puede suceder que en las horas iniciales la madre no quiera dejar a solas a sus cachorros, aunque sea solo por unos instantes. Conviene animarla a que salga del “nido” para realizar sus necesidades fisiológicas, siendo muy cuidadosos de que no llegue a contactarse con otros perros, para que no le contagien ninguna probable enfermedad o parásitos.

El Control Veterinario de la Perra y sus Cachorros

El puerperio se conforma en un gran desafío para el organismo de la perra madre, por lo que hay que prestar mucha atención para que no aparezcan dificultades. Hay que estar pendientes de que no presente fiebre, que esté higienizada y bien limpia para impedir infecciones, ya que se encuentra más indefensa tras el parto.

Igualmente debemos cuidar que manifieste una conducta maternal con los cachorros (si los llega a rechazar, los descuida o es torpe con ellos, o se muestre violenta con los pequeños, habremos de intervenir). Si llegamos a observar que repentinamente deja de interesarse por sus crías, usualmente es una señal de que algo no va acorde.

La Mastitis de la Hembra

La inspección diaria de sus mamas igualmente es de importancia para reconocer por anticipado la aparición de la temida mastitis. Esta enfermedad se basa en una inflamación de las glándulas mamarias ocasionada por una infección bacteriana, la cual le produce mucho dolor a la perra, aquejando tanto a su salud como a la producción láctea.

Si se llega a tratar con rapidez no debería convertirse en un problema grave, pero de no hacerse podría resultar fatal. Igualmente, hay que inspeccionar la vulva con periodicidad para verificar que no hay presente ningún signo de contagio o excreción de fluidos con presencia de pus, fétidos o que señalen que puede existir una metritis post-parto (infección uterina).

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